En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible ODS, como una oportunidad para que organizaciones públicas y privadas emprendan un nuevo camino para mejorar la vida de todos ¿Te gustaría saber cómo aplicarlo en tu empresa o emprendimiento? Te invitamos a leer el siguiente artículo.
Dentro de la agenda 2030 se encuentran los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los cuales se traducen en 169 metas que abarcan aspectos sociales, ambientales y económicos.
El papel de las empresas
A la hora de establecer una estrategia para implementar los ODS, se debe analizar qué se está haciendo en la actualidad. A partir de ahí, se trata de establecer objetivos claros, medibles y alcanzables.
La contribución de las compañías a los ODS puede abordarse desde tres enfoques, no excluyentes y con diferente retorno: 1) Acciones filantrópicas. 2) Iniciativas vinculadas a las operaciones. 3) Desarrollo de productos y servicios innovadores.
1.- Acciones filantrópicas
Estas acciones no están necesariamente relacionadas con las actividades de la empresa. Sin embargo, mediante ellas se busca mejorar las condiciones sociales y ambientales de los entornos en los que opera la compañía.
Esto debe ir más allá de hablar solo de responsabilidad social empresarial o corporativa, sino también de sostenibilidad. Así, las acciones deben mostrar resultados tangibles en cuanto a mejorar la calidad de vida de las personas. Además, debe ser resultado de una alianza entre lo público, lo privado y la sociedad civil.
Algunos ejemplos pueden ser:
- Integrar y respetar los asentamientos humanos en donde opera la empresa.
- Preservar la cultura local e invertir parte de las ganancias en impulsar el desarrollo de las urbes.
- Crear becas y programas especiales para personas residentes en barrios marginales o afectadas por desastres naturales.
- Apoyar eventos y workshops en materia de ciudades sostenibles y resilientes.
- Entre otros.
2.- Iniciativas vinculadas a las operaciones
Son acciones vinculadas directamente con las operaciones en la organización, en una parte o en toda la cadena de valor. Principalmente enfocadas a reducir o eliminar los impactos negativos de las actividades productivas, así como potenciar aquellas que sean positivas para los grupos de interés.
A la vez, estas acciones pueden representar grandes retornos de inversión para la empresa. Lo anterior, ya sea mejorando la eficiencia operacional, reduciendo costos, atrayendo y reteniendo el talento o interesando y fidelizando a los clientes.
Posibles acciones para realizar:
- Proporcionar condiciones laborales y sueldos dignos a los empleados.
- Contratar y formar a personas de grupos desfavorables o residentes en barrios marginales.
- Utilizar en la cadena de suministro vehículos que tengan un bajo impacto sobre el medio ambiente, así como combustibles bajos en contaminación.
- Reducir la contaminación en las instalaciones a través de la eficiencia energética y las energías renovables.
- Llevar a cabo una gestión adecuada de las aguas residuales y residuos de la empresa.
- Etc.
3.- Desarrollo de productos y servicios innovadores
Tal y como afirma Michael Porter; Generar valor compartido a través de un modelo de negocios que aborde un problema social o ambiental, representa una sinergia entre la eficiencia económica y el progreso social (Porter, 2021).
Así, Porter define la creación de valor compartido como las políticas y prácticas operacionales que aumentan la competitividad de una empresa. Simultáneamente, se mejoran las condiciones sociales y económicas de las comunidades en las cuales opera.
El objetivo es diseñar modelos de negocio, iniciativas y productos más sostenibles. Los cuales, permitan avanzar en los esfuerzos de sostenibilidad de la empresa, impulsando la innovación y aportando soluciones tangibles para acelerar el logro de la Agenda 2030 desde el sector privado.
Algunas iniciativas podrían ser:
- Crear productos y servicios enfocados en la implantación de ciudades e infraestructuras inteligentes, transportes y servicios públicos sostenibles.
- Colaborar entre empresas del mismo sector para mejorar los servicios de transporte y distribución de mercancías, mejorando la sostenibilidad de las rutas y las cargas disponibles.
- Innovar los productos utilizando materiales sostenibles con bajo impacto ambiental.
- Crear sistemas o aplicaciones que resuelvan alguna problemática ambiental o social.
- Democratizar a través de la tecnología el acceso a la formación y mentoría para hacer que los ecosistemas sean más eficientes, transparentes e inclusivos.
- Algunos otros ejemplos de proyectos innovadores.
En resumen, los ODS son una guía, un mapa que permite a las empresas identificar si su impacto social, económico y medioambiental aporta valor a la sociedad. En consecuencia, fortalecer su reputación y sus relaciones con los distintos grupos de interés. Finalmente, te compartimos las principales 5 ventajas de contribuir a los ODS.
Esperamos que este artículo haya sido útil para ti. Si estas buscando innovar tus procesos o crear nuevos p/s a través de la tecnología no dudes en contactarnos. En RevTech Developers te ayudamos a desarrollarlos.